Según la primera ecuación, la unidad de medida de longitud de un interferómetro es la longitud de onda del láser.
Donde:
N – número de pulsos,
lambda – longitud de onda de la luz.
Por definición, una longitud de onda depende de la frecuencia del láser f y de la velocidad de la luz v en la trayectoria de medición.
Si la medición se realiza en vacío, entonces v = c = 3 * 1G m/s. La velocidad de la luz en un medio que no sea el vacío (por ejemplo, aire, agua) es menor, y el coeficiente de refracción n se describe normalmente como una variable compleja o incluso como un tensor, pero para cálculos menos precisos se simplifica a una constante. El coeficiente de aire depende principalmente de la presión P, la temperatura T y la humedad H. La dependencia de se debe a que el aire fue determinado empíricamente por Edlen y se describe como
A partir de las ecuaciones anteriores se pueden obtener las dependencias del coeficiente de refracción de T, P y H en condiciones habituales (T = 293K, P = 1000hPa, H = 50%):
Cabe destacar que el parámetro más crítico es la temperatura, porque su cambio influye en el coeficiente n más que cambios en la presión y mucho más que cambios en la humedad.